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Las primeras etapas de las triple coronas fueron termostato para medir las hípicas en Latinoamérica

  • Foto del escritor: Lineage Bloodstock
    Lineage Bloodstock
  • 10 sept
  • 17 Min. de lectura

El arranque simultáneo de las triples coronas en São Paulo, Buenos Aires y Montevideo ofreció un retrato nítido del turf sudamericano, en tres hipódromos, dos superficies, seis carreras y los productos más talentosos de cada medio. El sábado 6 de septiembre, Palermo y Cidade Jardim abrieron sus primeras gemas mientras el domingo 7 fue el turno de Maroñas. El éxito en la cancha rara vez es una anécdota aislada, siempre es consecuencia visible de una secuencia de decisiones que se materializan en la gestión cotidiana de crianza, doma, pretraining y entrenamiento que juzgan el reloj y la foto del podio ganador y unas copas de metal. En Lineage Bloodstock, le damos el enfoque al protagonista, el caballo. Sin embargo aquí repasaremos muy por arriba otros factores que también afectan directamente en la calidad de los equinos. Estas son las infraestructuras, equipos, criadores y como el factor humano debería actuar para lograr el resultado que todos deseamos; ganar la Polla de Potrillos, de Potrancas, Ipiranga, Barão de Piracicaba, o cualquier Grupo 1, lo que es la gloria máxima para todo propietario, criador o profesional.


Comenzaremos con Argentina, Buenos Aires, donde tomó lugar la Polla de Potrillos (G1), una de las carreras con más historia del turf latinoamericano, que dejó una llegada que define generaciones, ya que luego de largos años el la actividad el propietario y criador. Gardel Pass (Distinctiv Passion) se encontró con un Drive Joy (Fortify) bravísimo, que además compitió condicionado por una lesión detectada después de la carrera. Los dos sostuvieron un mano a mano incesante desde los cuatrocientos metros finales hasta el disco. La diferencia fue un pescuezo, el líder había llevado los primeros ochocientos metros en 46”72, un tren vivo para la milla de Palermo, y el ganador completó la milla en 1’34”46. Esa combinación de parcial inicial y registro final demuestra que fue una prueba de carácter. Cuando el primer parcial es tan rápido, el tramo decisivo ya no se gana con velocidad en bruto, sino con la capacidad de transformarla en extensión y de sostener la acción cuando la exigencia mental y fisiológica empieza a reclinar a casi todos. El mérito de Gardel Pass es sobrevivir a ese esfuerzo específico de la milla, un tiro que castiga tanto a los sprinters que no estiran como a los fondistas que les queda muy rápido el trámite. El mérito de Drive Joy es redoblar con guapeza aún estando limitado, poniendo en contexto el nivel competitivo de la camada.


Para Gardel Pass el triunfo abre dos caminos deportivos y uno simbólico. El simbólico es inmediato, ya que le entrega a su equipo, la pareja de Wálter Suárez y María Fernanda Álvarez, su primera Polla de Potrillos, un sello que robustece confianza y proyecto en este binomio de entrenadores que se radica en el Hipódromo de Palermo, Buenos Aires, con aproximadamente 60 caballos en la ciudad en la actualidad. Los dos caminos deportivos, en cambio, suponen una decisión estratégica con costos y beneficios, pros y contras, distintos. La alternativa de ir directo al Jockey Club, 2000 metros en el césped de San Isidro, exige trasladar a otra superficie y a otro tiro esa habilidad de sostener el esfuerzo que mostró en la arena de la milla. La alternativa de consolidar la hegemonía en la milla ofrece otra recompensa, capitalizar una superioridad ya probada y transformar un rendimiento alto en una racha, con valor deportivo y comercial para un potro en formación. La elección adecuada depende del tipo, de su manera de ganar y del plan con que el equipo quiera madurarlo. Argentina no deja de ser una vidriera para todo el mundo, ya de cada rincón del mundo están poniendo sus ojos en este hijo de Distinctiv Passion (With Distinction).

Gardel Pass (Distinctiv Passion) definiendo junto a Drive Joy (Fortify).
Gardel Pass (Distinctiv Passion) definiendo junto a Drive Joy (Fortify).

El caso de Gardel Pass se vuelve especialmente interesante cuando se traslada la mirada del disco al haras. Él es hijo de Distinctiv Passion (With Distinction), un padrillo que llegó al país en 2018, su historia no es la del fenómeno importado con libros enormes, sino la del value sire trabajado con lógica boutique. Recibió apoyo casi exclusivo de las yeguas propias del Haras El Alfalfar, con libros reducidos, continuidad y criterio. En cinco generaciones se cuentan 87 nacidos, 59 corredores y 41 ganadores, lo que supone 69,5% de ganadores sobre corredores. Hay 8 ganadores clásicos, 6 de grupo, y este es el primer G1 de su progenie. No es un golpe de suerte, sino la consolidación de un modelo en el que las madres internas sostienen el proyecto del padrillo hasta que aparece el individuo que pone el carimbo más alto. La secuencia de nacimientos por temporada describe un crecimiento ordenado que acompaña la confianza con datos: 2018 con 13 nacidos, 2019 con 17, 2020 con 26, 2021 con 31, 2022 con 37, 2023 con 45 y 2024 con 9. No hay elásticos inflados por modas, sino una curva trabajada con paciencia.


Su madre, La Cumparsita Key (Key Deputy), sostiene el otro pilar del caso. Fue ganadora de una carrera y tercera en el Carlos Casares (G3), pero como yegua madre presenta una eficiencia difícil de igualar: cinco productos en edad de correr, cinco ganadores, dos black-type y uno de ellos G1. Un año antes del nacimiento de Gardel Pass produjo a Papusa Pass (Distinctiv Passion), hermana entera del ganador y vencedora de G3 y G2 en los 1000 y 1200 de Palermo. La línea materna que posee es toda del haras del Sr. Alfredo Camogli, y vuelve a mostrar una productividad alta en velocidad con la elasticidad suficiente para estirar hasta la milla. La familia {4-p}, al igual que Todo Tango Key (Key Deputy), Villero Cat (Easing Along), Compasivo Cat (Easing Along), Llorón Cat (Easing Along) y la talentosísima Tristeza Cat (Easing Along).


En la Polla de Potrancas (G1), Palermo planteó un interrogante. La invicta Moon Frank (Gidu) debía validar su figura frente a la referente previa, Charm (Strategos), vencedora de Estrellas Juveniles Fillies G1 en el mismo hipódromo y distancia. La respuesta fue positiva y categórica: Moon Frank sostuvo su invicto con un triunfo de un cuerpo, el tipo de victoria que no desmerece a su escolta pero ordena la jerarquía de la división en el día en que el calendario lo exige. Deportivamente, es la clase de carrera que demuestra que el invicto no es un número frágil, sino una secuencia de decisiones tácticas correctas bajo presión.

Moon Frank (Gidu) dándole el primer G1 a su padre siendo Freshman Sire.
Moon Frank (Gidu) dándole el primer G1 a su padre siendo Freshman Sire.

La ganadora, preparada por el entrenador con experiencia internacional Diego Peña, agregó un capítulo clave para la reproducción: le dio al freshman sire Gidu (Frankel) su primer ganador de G1 como padrillo. El dato es doble, porque una primera gema con hija de un freshman sire no solo enciende una estadística, también valida la elección del haras que confió y realimenta el valor de la producción por venir. La generación 2022 de Gidu suma 52 nacidos y de cara a la próxima temporada habrá solo 16 dosañeros, todos propiedad del Haras Gran Muñeca. La efectividad del Haras Gran Muñeca, hace años con Full Mast (Mizzen Mast), ahora con Gidu (Frankel), y sus praderas esperan ver a los hijos de Made You Look (More Than Ready), demuestra que el trabajo de la operación que administra Hernán Gasibe y colabora el Dr. Juan Garat.

Podio para Moon Frank (Gidu). Allí, de izquierda a derecha, Dr. Juan P. Garat, Sr. Hernán Gasibe, Moon Frank, equipo de trabajo y Diego Peña junto a su familiar.
Podio para Moon Frank (Gidu). Allí, de izquierda a derecha, Dr. Juan P. Garat, Sr. Hernán Gasibe, Moon Frank, equipo de trabajo y Diego Peña junto a su familiar.

Moon Sale (Not For Sale), la madre de la potranca, es múltiple ganadora clásica en Argentina. Desde 2016 produjo cinco hijos en edad de correr, todos salieron a pista, cuatro ganaron y Moon Frank es la primera G1. La familia, originaria del Haras Las Ortigas de Ignacio Correas II y III y en las últimas tres madres perteneciente al recientemente desaparecido Haras San Lorenzo de Areco, aporta una capa cualitativa valiosa para quien piensa a la potranca como futura madre. No se trata solo de una campaña individual, sino de una línea con fertilidad, sanidad y capacidad para convertir buen fenotipo en rendimiento. La consecuencia práctica es sencilla, la potranca no solo se instala como líder de la generación, también aumenta su valor residual para su segunda carrera de vientre por la doble vía de resultados y consistencia en su rama materna.


En São Paulo, Cidade Jardim repartió sus gemas con un doblete de Haras Río Iguassú demostrando su precisión en los grandes premios. En el Ipiranga (G1) para potrillos, Star Do Iguassú (Outstrip) respondió al favoritismo con actuación autoritaria bajo la conducción de João Moreira. Venía de llegar segundo de Oderich (Drosselmeyer) en la Taça de Prata (G1), y en esta ocasión la ausencia del propio Oderich y de Tá Legal (Can The Man) simplificó una ecuación que de todos modos exigía resolver una milla demandante. El mejor potrillo de Paraná recorrió los 1600 metros del césped paulista en 1’33”74, cifra que muestra lo más importante de su desempeño, el potrillo supo ordenar la carrera, asumir la responsabilidad de favorito y demostrar su calidad al ganar fácilmente.

Star Do Iguassú (Outstrip) ganando cómodamente por 1 1/4 cuerpo.
Star Do Iguassú (Outstrip) ganando cómodamente por 1 1/4 cuerpo.

Star Do Iguassú es hijo de Energia Halo (Gloria de Campeao), una yegua criado por Haras Estrella Energía. De sus 7 presentaciones en pistas, ella ganó 4, incluso una de G2, y segunda en otro G2, nunca salió del marcador en su campaña. Energia Halo (Gloria de Campeao) ya produjo a Pearl Do Iguassú (Forestry), una talentosa ganadora de 5 carreras, una de ellas Listada, y 2 colocaciones clásicas, en G2 y G1. Su tercer producto fue Quico Do Iguassú (Camelot Kitten), que ganó 2 de sus 3 carreras corridas. Su 4° y último producto registrado es este potrillo muy corredor. Estaría bueno verlo como lo hace en el Jockey Club Paulista, segunda gema de la triple corona de São Paulo, pero excepcionalmente se correrá el 18 de Octubre en el Hipódromo de la Gávea, Río de Janeiro. Ya que ese sábado se llevará a cabo la fiesta del G. P. Latinoamericano (G1), la carrera mejor valuada en el turf sudamericano.


Genéticamente, Star Do Iguassú podría hacerlo muy bien en la distancia. No sólo tiene a Outstrip (Exceed And Excel) como padre, sino que su línea materna también hace pensar que podrá mantener su dominio en la distancia. El ganador del Ipiranga (G1) tiene un inbreeding de Northern Dancer (Nearctic) en 5x5x5x5. Su 2ª madre es Super Electric (Choctaw Ridge), ganadora de 3 y 4 places clásicos en Listados, G3 y G2. Ella no sólo produjo a la mencionada Energia Halo, sino que también produjo a la trotamundos Energia Fox (Agnes Gold), que corrió en Gávea, fue 2ª en el G. P. Latinoamericano del 2013 en el Hipódromo de Chile, Cidade Jardim, siendo exportada hacia Europa y corriendo en Lingfield, Meydan, Newmarket, Wolverhampton y Southwell. Corriendo en 3 hípicas diferentes; sudamericana, europea y de medio oriente.


Esta línea materna, de la familia {9-h}, fue importada por el Haras Calunga, con el arribo de Sassy Miss (Sassafras) a Brasil en la década del 80’. Ella produjo 2 ganadores clásicos en su producción, y sus hijas produjeron varios ganadores clásicos, donde se destacan Sushi-Bar (Jato Dagua), velocista ganador clásico en la temporada 2003/04, y los Listed Winners Super-Forte (Choctaw Ridge) y Super Hina (Choctaw Ridge). 


La estructura que lo sostiene agrega comprensibilidad a este doblete de la familia Pelanda, y al dominio que han tenido en el turf brasileño durante estas últimas dos temporadas. Este producto, cría y propiedad de Haras Río Iguassú, es preparado por Antonio Oldoni y lo montó Moreira. Su equipo describe un programa integrado en el que la cría propia prioriza un tipo de producto, produciendo año a año caballos maravillosos, con mucho talento y capacidad corredora. Mientras que la operación deportiva, todo su equipo de trabajo, hace rendir al máximo a sus caballos. Teniendo una de las mejores montas del mundo, como lo es “The Magic Man” João Moreira, lo que reduce muchísimo el poco margen de error con el que corren los productos de la operación paranaense. Cuando un producto criado en casa gana el primer G1 de la serie, el resultado deja de ser un punto alto fortuito y se vuelve indicio de que el programa funciona en su conjunto. Y cuando en la tarde se repite con otra yegua de la casa, ese indicio se transforma en tendencia.

Summer Do Iguassú (Camelot Kitten) por fuera, Veil (Can The Man) resistía por dentro.
Summer Do Iguassú (Camelot Kitten) por fuera, Veil (Can The Man) resistía por dentro.

El Barão de Piracicaba (G1) fue el punto más alto de la jornada paulista y no solo por el veredicto, las potrancas pararon el reloj en 1’32”89, un tiempo mejor que el de los machos por 85 centésimas. La carrera tuvo a Veil (Can The Man), criada en Haras Santa Julieta en Aceguá para Dante Luiz Franceschi, hoy titular de Haras Belmont, como reloj de punta. Marcó el paso desde el salto y fue dominada por Summer Do Iguassú (Camelot Kitten) en los metros finales, en un desenlace que enfrentó el coraje de la puntera con la decisión de la potranca de Rio Iguassú que venía rematando fuertemente de atrás. Más allá del buen ojo para las riendas, la comparación de tiempos con el Ipiranga (G1) habla por sí sola. La generación femenina en Brasil está muy fuerte y corre rápido. Para la operación de la familia Pelanda, propietaria de Río Iguassú, la victoria tiene un matiz adicional. Su invicta Special Do Iguassú (Forestry) no corrió por no estar al ciento por ciento, pero el haras eligió exponer otra carta de alto nivel y la jugada respondió. 


La madre de Summer Do Iguassú es una hija de Wild Event (Wild Again) y ella es su 4° producto y el primero ganador clásico que produce. Todos los hijos de Camelot Kitten en madres Wild Event poseen una repetición en la madre North Of Eden (Northfields) 3x4, madre del desaparecido Wild Event y 3ª madre del padrillo de Haras Rio Iguassú, Paraná. Este nick de padre-abuelo materno también deja un inbreeding de Northern Dancer (Nearctic) en 5x5. 


En Montevideo, Maroñas repitió el dibujo de São Paulo, en parciales intensos, punteras generosas y definiciones de carácter, con la impronta de un proyecto de cría que a fuerza de método y acumulación se volvió dominante en el fin de semana. La Polla de Potrancas (G3) se resolvió a favor de Tantan Royal (Midshipman) frente a la favorita Grandinata (Trinniberg), que había recorrido los 800 metros principales en 45”49 y pagó el desgaste en los metros finales. La potranca, bajo el mando del equipo de Antonio Luiz Cintra, administró el esfuerzo con precisión siendo conducida por Héctor F. Lazo, uno de los jockey del Haras Phillipson. Viajando expectante, en el segundo lote, la potranca remató muy bien en la recta y es ahora la líder de la generación. En un mes se correrá el G. P. Selección (G3) sobre 2000 metros, y ella podría ser la candidata.

Tantan Royal (Midshipman) pasando por fuera.
Tantan Royal (Midshipman) pasando por fuera.

El reverso genético explica la previsibilidad del resultado. Tantan Royal es hija de Leca Princess (T. H. Approval), una yegua que no ganó en seis salidas pero que como madre es perfecta. Su primer producto, Sandrin Royal (Will Take Charge), es ganadora de tres carreras, un maiden, un handicap especial y un stakes de G3. Su segunda cría es la propia Tantan Royal, también ganadora de G3. Proyectando a futuro, Leca Princess tiene un hijo, de la generación 2023, por otro proyecto de “shuttle” que realizó el Haras Phillipson, Creative Cause (Giant’s Causeway). El potrillo es llamado Timbrothers. Sin embargo, esta madre no pertenece más al establecimiento de la familia Steinbruch. Se encuentra ahora en el Haras Don Juca, Caraguatá, y Leca Princess es ahora propiedad de Jorge y Santiago Jacobo, titular del Stud El Caverna y su hijo.


En el pedigree de esta potranca aparece la repetición de Caro, duplicado 4x4 con ubicaciones 18 y 24 en un esquema de cinco generaciones. No es casualidad, sino búsqueda deliberada de Benjamín Steinbruch, un apasionado de Caro. La segunda madre, Risk Adjusted (Ski Champ), fue ganadora en Cidade Jardim y participó de clásicos listados y de grupo, aportando dureza y velocidad. Si se agrega que Phillipson llevó a Midshipman (Unbridled’s Song) en shuttle en 2021, propiedad de Darley, la figura cierra en un triángulo sencillo, elección de padrillo, definición de matriz genética con la duplicación de jefes de raza, gran inversión en la crianza, y todo eso demostrado en pista.


La Polla de Potrillos (G3) repitió la lógica de eficiencia contra brillo efímero, y por tercer año consecutivo el Haras Phillipson gana la primera etapa de la triple corona uruguaya. Rock Walk (T. H. Approval) en 2023, el triple coronado Suablenanav TH (T. H. Approval) en 2024, y ahora Tadow Star (Midshipman), con la monta de Luis Alberto Cáceres y la preparación del brasileño Raimundo Soares, entrenador exclusivo de la operación. Este potrillo venía de escoltar reiteradamente a su compañero fuera de serie Touch Of Destiny (Midshipman), hoy en California con el equipo de Michael McCarthy, preparándose para correr el 1° de Noviembre la Breeders’ Cup Dirt Mile en Del Mar.


Esta vez convirtió regularidad en título y se adueñó de la primera gema de gran forma, ganando por 3 cuerpos. La madre, Jada (T. H. Approval), reproduce el molde. La combinación Midshipman sobre T. H. Approval confirma la duplicación de Caro 4x4, y su madre suma una tercera vía por Punk (Ringaro), nieto paterno del jefe de raza irlandés, quedando Caro 4x4x5 con ubicaciones 18, 24 y 56. La segunda madre, Redundancia (Punk), ganó dos en Cidade Jardim. La tercera madre, Jalea (Two Harbors), es una argentina, criada por el Haras La Doma, y forma parte de las madres fundadoras del Phillipson bajo el mando de Benjamín. Cuando se combinan estos tres elementos de repetición selectiva de un jefe de raza, sólidas líneas maternas ya probadas y la gran inversión de un padrillo shuttle que transmite, aumenta la probabilidad de obtener lotes homogéneos con nivel clásico.


Ahora la operación de la familia Steinbruch se encuentra en su mejor momento, con sus criados, un triple coronado entrenando en Kentucky, un potrillo aprontandose para enfrentar a los mejores milleros del mundo en la Breeders’ Cup y una ilusión de lograr, otra vez, la triple corona. Hecho que nunca se vió en el turf uruguayo es ver a dos triple coronados consecutivos, mucho menos criados en el mismo campo.

Benjamín Steinbruch recibiendo el trofeo de la Polla de Potrancas (G3).
Benjamín Steinbruch recibiendo el trofeo de la Polla de Potrancas (G3).

El desempeño de Phillipson no sucede en el vacío, no es suerte. Algunos años después su llegada a Uruguay la cabaña profesionalizó estructura de personal y procesos, reformuló sus prácticas en la preparación para el entrenamiento. Además, en los últimos meses agregó una inversión específica que impacta de modo directo en la calidad con que sus productos llegan al entrenamiento: una pista de arena para potrillos en doma y pretraining. Esa decisión operativa estandariza estímulos, reduce el azar del proceso inicial y, sobre todo, armoniza el lenguaje entre quienes crían y quienes entrenan. Recordamos en la generación 2015 de su haras, cuando la inmensa mayoría eran productos hijos de Fusaichi Pegasus (Mr. Prospector), ya que se había hecho la gran inversión de llevarlo un año en shuttle. Todos los animales se ganaron la fama de ser problemáticos e indeseables, lo que hizo que no pudieran proyectarse correctamente en las pistas. En el medio uruguayo, lejos de estar excepectantes y generar un recelo frente a los resultados debería operar como una tensión competitiva saludable y mejorar lo suyo. En este deporte nadie está obligado a copiar un método, pero todos los que quieran disputar grandes clásicos se ven forzados a revisar sus propios procesos.


Varios ejes comunes se observaron en las diferentes hípicas de latinoamérica. La milla, tanto en Palermo como en Cidade Jardim y Maroñas, sigue siendo el laboratorio supremo del carácter atlético, donde se pone a prueba la velocidad en una distancia de casi semi-fondo. Los 46”72 para los ochocientos en la Polla porteña, el 1’32”89 de las potrancas y la velocidad de Veil en São Paulo, el 45”49 inicial de Grandinata en Montevideo, son tres números distintos que cuentan la misma historia: el tiro castiga a quien no puede transformar velocidad en extensión durante todo el recorrido de carrera.


Los 6 ganadores provienen de 4 diferentes propietarios, que también son los criadores de sus ganadores. ¿Es el formato de cría el más efectivo para una caballeriza? ¿El propietario debe adquirir un campo, instalaciones y criar para ganar un G1? Las estructuras integradas, las de cría, entrenamiento y monta como un todo, son las que mejor convierten los planes en fotos de triunfo. Río Iguassú en Paraná, Brasil, y Phillipson en Lavalleja, Uruguay, aplican programas coherentes que, con estilos distintos, comparten una misma lógica de metodología. La reserva de sus mejores productos es inevitable. El Haras Gran Muñeca ha producido 3 ganadores de G1 en Argentina, tanto Tan Gritona (Full Mast) como Full Keid (Full Mast) y ahora Moon Frank (Gidu), ganaron sus G1 con los colores turquesa y negro del stud Gran Muñeca, y Full Serrano (Full Mast) también corría para la caballeriza de su criador antes de ser vendido para Estados Unidos, mediante la negociación del argentino Luis Bouza, para ganar la última edición de la Breeders’ Cup Dirt Mile en Del Mar. Por el otro lado, Río Iguassú se reserva la inmensa mayoría de su producción anual, mientras que Phillipson no vende ninguno de sus productos, tradición y formato que caracteriza a su haras desde que este se fundó en Brasil y mantuvo mientras operó en São Paulo, Argentina y continúan ahora radicados en Uruguay. Ya que el mercado norteamericano lo amerita, algunos de sus productos criados en Brownwood Farm, en Kentucky o New York, salen a ventas, pero son minoría.

Instalaciones del Haras Río Iguassú, Paraná, Brasil.
Instalaciones del Haras Río Iguassú, Paraná, Brasil.

Sin embargo, eso no está mal. Son las reglas del juego, y los criadores son los dueños de lo más rico del turf, las líneas maternas. Las cuales no son telón de fondo, sino fuente de energía que sostiene proyectos: Moon Sale en Gran Muñeca, Leca Princess en Phillipson y  Energia Halo en Río Iguassú son tres yeguas con perfiles diversos que coinciden en lo que de verdad importa, multiplican. También conviven modelos de padrillos que funcionan cuando se los inserta con sensatez en su contexto. El padrillo boutique con libros cortos, Distinctiv Passion, convierte pocos recursos en alta eficiencia. El freshman que pega su primer G1, Gidu, con oferta acotada sostiene expectativa y valor. El shuttle alineado con una matriz genética definida, Midshipman con Caro 4×4 y 4x4x5, genera lotes homogéneos y resultados repetidos. La economía del pedigree explica tan bien como la biomecánica por qué se ganan algunas carreras. El Alfalfar invierte en un padrillo propio y lo sostiene con madres internas con un Pool genético de velocidad pura, pero que también llegan a la distancia mediante buena crianza. Gran Muñeca ha invertido mucho en los últimos años, ahora capitaliza un primer G1 para su padrillo y representado por la mejor potranca de la generación. Phillipson trae padrillos en shuttle, emparejándolos con una idea de cruce que considera central y además invierte en infraestructura de pre-training. Lo que lo hace un establecimiento cada vez mejor, mejorando la genética y la forma de criar en Uruguay. 


La Polla de Potrillos de Palermo reafirma que, cuando el parcial de sprinter entra en diálogo con el cierre de millero, gana el que contenga el ritmo. Si Gardel Pass y su equipo buscan el Jockey Club, la transición a césped y el manejo del espacio entre carreras serán determinantes. La Polla de Potrancas porteña combina freshman validado con unamadre multiplicadora. Moon Frank resolvió frente a la campeona previa, encendió a Gidu con su primer G1 y le dio a Moon Sale una línea de producción que pesa. En São Paulo, Star Do Iguassú hizo lo que debe un favorito dentro de una estructura coherente; la lección es reforzar la fórmula y organizar el calendario con foco en mil y dos mil metros según pida cada físico. El Barão de Piracicaba muestra que las hembras corren más rápido: 1’32”89 contra 1’33”74 de los machos y una puntera, Veil, de gran valentía. La generación femenina está fuerte y el modelo de producto de Río Iguassú es el adecuado para ganar las carreras más importantes de Brasil. Mientras que en Maroñas, Tantan Royal es un caso escolar y, con potrancas de patas ligeras, el espaciado de campaña conserva la ventaja. La Polla de Potrillos uruguaya narra el paso de escolta crónico a ganador de Polla. Tadow Star transformó el linebreeding en Caro en éxito. La consecuencia es replicar sistemáticamente cuando el patrón materno lo permite y modular el paso a dos mil metros según lo pida el individuo.


Hablando de inversión, conviene aterrizar la palabra para que no suene hueca. En Haras El Alfalfar, invertir fue traer un padrillo, sostenerlo con libros cortos y madres propias y esperar que la probabilidad hiciera su trabajo sin ansiedades destructivas. En Gran Muñeca, apostar por un freshman, controlar la oferta y capitalizar cuando apareció el primer G1. En Río Iguassú, construir una lógica interna de selección de madres y padrillos para Cidade Jardim y alinear el equipo para ejecutar esa lógica con precisión. En Phillipson, importar un padrillo en shuttle, definir una matriz genética con Caro replicado, levantar una pista de arena y profesionalizar procesos. Ninguno de esos movimientos garantiza automáticamente un G1, pero lo que garantizan es aumentar la probabilidad de que, cuando aparece un buen potrillo o una buena potranca, la estructura alrededor esté preparada para lograr, que ahí se encuentra el punto donde los programas se separan de los golpes de suerte.


La búsqueda de una receta cerrada, este fin de semana dejó una respuesta sincera: NO hay receta, hay método. Un método que empieza con una yegua madre que multiplica, continúa con un padrillo que potencia lo que esa yegua ya sabe dar, se entrena con un equipo que cree en lo que hace y se confirma con un reloj que, cuando dice sí, llega con la naturalidad de lo que fue bien pensado desde el origen. Cuando ese círculo cierra, pasan cosas como estas seis carreras. Incluso en economías exigentes como las de Argentina y Brasil donde los premios no están en su mejor momento, recuerda que el camino sigue siendo el mismo de siempre: genética usada con cabeza, crianza rigurosa y el coraje de invertir cuando la tentación dice esperar. En Buenos Aires, São Paulo y Montevideo se mostró que, si las apuestas se hacen en el orden correcto, el resultado no demora en aparecer.


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