Obataye dominó Sudamérica al ganar el Gran Premio Latinoamericano
- Lineage Bloodstock
- 20 oct
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El 41º Gran Premio Latinoamericano (G1) sobre 2000 metros en césped repartió de bolsa US$ 300.000. Se disputó el sábado 18 de octubre en el Hipódromo da Gávea, Río de Janeiro, Brasil, bajo lluvia sostenida, elevada humedad y un terreno que pasó de blando a pesado a medida que avanzó la jornada. La edición se resolvió a favor de Obataye (Courtier), un 5 años, con la conducción de João Moreira y el entrenamiento de Antonio Oldoni para los colores de Haras Rio Iguassu, en 1:58.59. La prueba mantuvo la línea táctica histórica del Latinoamericano, con tren vivo desde el salto y premio a quienes ahorraron metros por el riel en una pista castigada. El resultado amplió a 12 las victorias de Brasil en la estadística histórica del evento, líder entre los países participantes.
La fase inicial quedó en poder de Seiquevouteamar (Verrazano), que asumió la delantera con parciales exigentes y mantuvo a raya a perseguidoras inmediatas como Gracie (Drosselmeyer) y Vundu (Suggestive Boy). Obataye (Courtier) fue administrado por Moreira en un segundo pelotón, pegado a la baranda interna, entre séptimo y quinto según los tramos, protegido de la arena suelta y de las zonas más castigadas del césped. En la recta opuesta, el puntero encontró presión sostenida, mientras que Vundu (Suggestive Boy) intentó el asalto, mientras Gracie (Drosselmeyer) y My Way (Mendelssohn) se mantenían en expectativa. Obataye (Courtier) continuó ganando posiciones por dentro sin gasto adicional, a la espera del punto de quiebre.

Al giro del codo, Seiquevouteamar (Verrazano) intentó la escapada, Vundu (Suggestive Boy) comenzó a ceder y Obataye (Courtier) pasó con economía de acción a segunda línea al pisar la recta, abriéndose luego a carriles centrales en búsqueda de mejor tracción para el remate. A 150 metros del disco, Obataye (Courtier) alcanzó y superó al puntero con decisión. Desde el fondo progresó Medjool (Constitution) para capturar el segundo puesto en los metros finales, y se produjo empate por el tercero entre Seiquevouteamar (Verrazano) y My Way (Mendelssohn). El favorito Vundu (Suggestive Boy) no encontró respuesta tras su tentativa en la curva y terminó 11º, lejos, pero quedando con salud y pronto para ahora apuntar al Pellegrini 2025. La lectura táctica es clara: el ahorro de metros junto al riel, la transición a carriles algo más firmes en los 300 m finales y un cambio de ritmo sostenido fueron determinantes en el rendimiento del ganador.
La victoria de Obataye (Courtier) se enmarca en una secuencia de alto nivel selectivo, ya que venía de ganar el Matías Machline (G1) sobre 2000 metros en la grama de Cidade Jardim, São Paulo, el 2 de agosto y en 2024 había conquistado el Grande Prêmio Brasil (G1). Con este Latinoamericano, su campaña asciende a 17 actuaciones: 9-2-2, con tres triunfos de G1 y seis victorias de grado. El caballo fue criado por Haras Palmerini, y además de sus éxitos en Gávea y Cidade Jardim ha sumado lauros de grupo en Tarumã, consolidando un perfil de eficacia entre 2000 y 2400 m en diferentes hipódromos y condiciones de piso.
En términos económicos y de apuestas, el reporte de mutuos del World Pool reflejó la percepción del mercado: Obataye (Courtier) pagó $15.00 al ganador, $7.60 a placé y $4.80 a show; Medjool (Constitution) devolvió $13.60 y $9.40; para el show figuraron Seiquevouteamar (Verrazano) con $4.80 y My Way (Mendelssohn) con $5.60. La lectura de estos valores confirma que el ganador no fue el más respaldado en taquilla, mientras que el favorito Vundu (Suggestive Boy) quedó fuera de los tres primeros, alterando la estructura de pagos en la trifecta y superfecta. En el sport local del hipódromo de Gámez, Obataye pagó $5,30 a ganador, tres veces menos de lo que pagó en el World Pool.
El orden de marcha en los tramos clave, con la punta de Seiquevouteamar (Verrazano), la presión de Vundu (Suggestive Boy), expectativa de My Way (Mendelssohn) y el avance interno de Obataye (Courtier), lo que se correlaciona con la respuesta diferencial al estado del piso. En césped mojado, con zonas internas inicialmente menos castigadas, la estrategia de Moreira de sostener a su conducido junto al riel y salir a carriles medios en el punto crítico maximizó la relación metros recorridos/velocidad efectiva, reduciendo exposición a tropiezos y evitando zonas de menor sustentación. Esta elección operativa explica el cambio de ritmo eficaz en los 300 finales y el margen observado en la sentencia.

La conducción de João Moreira fue un factor de alto impacto, Obataye tuvo una salida limpia, Moreira lo posicionó sin pelear, control del pulso del lote, medición del estado de la cancha y timing de ataque al producir la salida del riel a sectores menos saturados por el agua. La declaración posterior del jinete: “Nada podría ser más especial para mí que ganar esta carrera frente a las tribunas de Gávea, para la gente de Río de Janeiro”, es coherente con el contexto emotivo de una victoria local, en una prueba histórica del hemisferio sur, y con el dato objetivo de que era uno de los pocos grandes premios que aún no figuraban en su palmarés internacional.
Desde la perspectiva del entrenamiento, Antonio Oldoni ratifica con este resultado una línea de trabajo enfocada en el manejo de fondo, adaptación a diferentes canchas y lecturas tácticas específicas según cada hipódromo. Obataye (Courtier) demuestra consistencia en Gávea y Cidade Jardim en distancias clásicas, con ejecuciones que combinan ritmo de crucero y remate sostenido. La gestión de campaña, con objetivos de máxima en el calendario brasileño, se ve refrendada por la secuencia G1 lograda en el último ciclo competitivo.
En el plano genético, Obataye (Courtier) ofrece varios puntos de interés. Es uno de los cuatro ganadores G1 producidos por Courtier (Pioneerof the Nile), en Soothing Touch (Touch Gold), líder semental debutante en Brasil, con siete generaciones en edad de correr y un conjunto de 19 ganadores selectivos, aproximadamente 7% de sus corredores, incluyendo 10 ganadores de grado. Por línea materna, Surfi’N USA (Crimson Tide (Ire)) aporta un anclaje de alta eficiencia. Pues pertenece a la familia {1-x} de La Troienne (Teddy). En el pedigrí del ganador destaca la duplicación de Unbridled en 4x4 (vía Empire Maker en la rama paterna de Courtier (Pioneerof the Nile) y Unbridled’s Song por el lado materno) y la duplicación de Mr. Prospector en 5x5, con terceras madres hijas del propio Mr. Prospector, Coup de Génie por el lado paterno, perteneciente a la prolífica familia {2-d} y Hidden Garden por el lado materno. Estos ejes de cruce equivalentes e inversos entre Northern Dancer y Mr. Prospector/Fappiano se traducen funcionalmente en equilibrio entre velocidad y fondo, morfología apta para distancias clásicas y capacidad de tracción en superficies blandas, rasgos que Obataye (Courtier) exhibe consistentemente.
Courtier (Pioneerof the Nile) fue criado en Kentucky por Juddmonte Farms, una de las cabañas más prestigiosas del mundo, y pertenece a una de las familias maternas más influyentes de la historia del Thoroughbred, la familia {2-d}. Esta línea desciende directamente de Almahmoud (Mahmoud), la yegua que dio origen a una dinastía que incluye a Natalma (Native Dancer), madre de Northern Dancer (Nearctic), lo que sitúa a Courtier dentro del linaje más trascendental del siglo XX. Además, su tercera madre, Coup de Génie, fue una yegua excepcional, ganadora de G1 y hermana entera de Machiavellian (Mr. Prospector), otro de los pilares genéticos modernos. Es decir, Courtier está respaldado por una exitosísima familia materna, un factor determinante en la raza pura de carreras, donde la consistencia de las líneas femeninas es clave para la transmisión de calidad.
Hijo de Pioneer of the Nile, padre del recordado American Pharoah, y de Soothing Touch (Touch Gold), Courtier combina potencia norteamericana con una estructura genética clásica y equilibrada. Pese a su origen de élite, su llegada a Brasil no generó inicialmente grandes expectativas, y durante sus primeros años en la reproducción no fue considerado un padrillo de alto rango por los criadores locales. Sin embargo, los resultados demostraron lo contrario: Courtier ha producido una serie de ejemplares destacados, desde velocistas hasta fondistas de proyección internacional. Entre ellos se encuentran Dashing Court, caballo precoz ganador del Turfe Gaúcho y de G1 sobre 1500 y 1600 metros en Cidade Jardim; Fast Jet Court, campeona entre las yeguas de su generación con triunfos en los João Cecilio Ferraz (G1) y Barão de Piracicaba (G1); Ethereum, quinta en el Gran Premio Latinoamericano y designada “Caballo del Año” 2024/2025; y el propio Obataye (Courtier), ganador del Gran Premio Brasil (G1) y del Gran Premio Latinoamericano (G1). A ellos se suma la velocista Rihanna do Iguassú, también bajo la misma divisa, consolidando a Courtier como un semental versátil y de producción consistente. En conjunto, su descendencia ha demostrado que, aunque subvalorado en sus comienzos, Courtier (Pioneerof the Nile) se ha convertido en uno de los pilares de la cría brasileña moderna, capaz de transmitir clase, fondo y equilibrio físico, respaldado por una herencia genética que remonta a las raíces mismas de la excelencia del Thoroughbred.
A nivel país, supone la 12ª conquista de Brasil en el Latinoamericano, reforzando su condición de nación más ganadora del certamen. A nivel del caballo como individuo, Obataye sella su tercer G1 tras el GP Brasil (G1) y el GP Matías Machline (G1), consolidándolo como referencia en el circuito local sobre césped entre 2000–2400 m. A nivel de conexiones, suma una victoria de alto perfil para Haras Rio Iguassu y confirma el aporte de Haras Palmerini como criador en la cúspide del calendario sudamericano.
El contexto internacional del Latinoamericano permanece vigente: desde 2016 los ganadores reciben invitaciones para Ascot (Reino Unido), con posibilidad de aspirar a una G1 compatible o al Hardwicke Stakes (G2) en el marco de Royal Ascot, sujeto a planificación, ratings y logística. En el itinerario regional, la sede prevista para 2026 es Monterrico (Perú), lo que mantiene la rotación del evento en grandes sedes sudamericanas. En el plano operativo, la recuperación de Obataye (Courtier) tras un esfuerzo severo en pista pesada y la eventual programación de próximos objetivos, incluida la opción de campañas internacionales, son las variables que su equipo deberá ponderar a corto y medio plazo.
El próximo gran compromiso del calendario sudamericano será el Gran Premio Carlos Pellegrini (G1), programado para el sábado 13 de diciembre de 2025 en el Hipódromo de San Isidro, Argentina. La prueba, máxima cita del turf regional y una de las más antiguas del continente, volverá a reunir a los mejores exponentes de cada país en los 2400 metros de la pista de grama, con una bolsa de premios significativa y un nivel competitivo de primer orden internacional.

Entre los nombres confirmados o en vías de hacerlo se destacan el propio Obataye (Courtier), y Medjool (Constitution), su escolta, cuyos propietarios ya manifestaron su intención de viajar desde Brasil y Chile, respectivamente, para participar en la gran jornada internacional que ofrece el Hipódromo de San Isidro. En Argentina, ambos serán recibidos por Vundu (Suggestive Boy), representante local que buscará redimirse tras su actuación discreta en Río de Janeiro, reapareciendo en su terreno y distancia preferida. Desde Perú, el Stud Jet Set prepara una delegación múltiple, con la intención de participar no solo en el Pellegrini sino también en las otras pruebas de Grupo 1 que integran la tradicional Jornada Internacional de San Isidro. Uruguay tendrá como carta principal a Master Of Puppets (Put It Back), que antes deberá superar su compromiso en el Carlos Pellegrini (L) local, sobre la grama montevideana, para confirmar su participación al máximo evento argentino.
La organización del Jockey Club Argentino espera una edición de alto nivel técnico y amplia representación continental, con la presencia de figuras internacionales, entre ellas el destacado jinete João Moreira, quien será una de las atracciones de la jornada. Con este marco, el Carlos Pellegrini 2025 se perfila como una edición de profundo interés deportivo, reafirmando su condición de Gran Premio de América del Sur y punto culminante de la temporada hípica del hemisferio.
La crónica estadística del día se completa con el orden de llegada y con el comportamiento de algunos actores relevantes. Medjool (Constitution) acreditó su atropellada en condiciones adversas para alcanzar el segundo puesto; Seiquevouteamar (Verrazano), puntero valiente en tren fuerte y con pista pesada, logró sostener un tercer lugar en empate con My Way (Mendelssohn); Ethereum (Courtier) cerró el marcador con avance sin riesgo para los primeros. Vundu (Suggestive Boy), quien era el amplio favorito, confirmó que su esfuerzo en la curva le pasaron factura en la recta final.
En síntesis, el 41º Gran Premio Latinoamericano se define por tres vectores verificables: la precisa gestión táctica, donde se ahorran de metros, elección de carriles y timing de ataque, por parte del binomio Obataye/Moreira, la aptitud genética y morfofuncional del ganador para distancias clásicas y césped blando, coherente con su inbreeding y con la producción de Courtier (Pioneerof the Nile); y c) reafirmación del predominio brasileño en la estadística histórica de la prueba. El conjunto de indicadores de tiempo, márgenes, distribución de apuestas, secuencia selectiva del ganador y composición del lote, sitúan el rendimiento de Obataye (Courtier) en la banda superior de la categoría y justifican su consideración como referente vigente en el circuito de fondo sobre césped del subcontinente.



















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