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Candy Ride hizo un festín en el comienzo del Derby Trail en Churchill Downs

  • Foto del escritor: Lineage Bloodstock
    Lineage Bloodstock
  • 16 sept
  • 8 Min. de lectura

La tarde del sábado 13 de septiembre en Churchill Downs dejó dos señales inequívocas para los programas de cría: la ruta al Kentucky Derby y al Kentucky Oaks comenzó atravesada por la sombra larga de Candy Ride (Ride The Rails). Sus nietos paternos, Spice Runner (Gun Runner) en el Iroquois Stakes (G2) y Taken by the Wind (Rock Your World) en el Pocahontas Stakes (G3), ganaron con argumentos distintos pero con un denominador común, un andamiaje genético, que muestra una eficiencia biomecánica inigualable, y que vuelve a validar a la dinastía del argentino en el escenario estadounidense, la industria más competitiva de este deporte. Lejos de ser una casualidad, el doblete reconstruye un hilo conductor que une generaciones: Candy Ride, sus hijos y, ahora, los hijos de sus hijos, y que hoy define buena parte del estándar de excelencia para producir milleros con mucha velocidad con su cuota de stamina que los hace capaces de sostener el ritmo a ritmos selectivos, ideal para ganar esta clase de carreras entre los dosañeros. Asimismo, se demostró la efectividad del nick Candy Ride-Storm Cat.

Spice Runner (Gun Runner) ganando en el último salto el Iroquois (G3).
Spice Runner (Gun Runner) ganando en el último salto el Iroquois (G3).

El Iroquois Stakes, de Grado 3, primer eslabón del calendario clasificatorio al Kentucky Derby (G1), trabó desde el inicio una pulseada táctica de relojes. Con parciales de 22.69 y 46.06 para los primeros 400 y 800 metros, Comport (Collected), con Tyler Gaffalione, intentó una fuga que parecía contundente cuando pasó los 1.200 en 1:10.83, pero la milla de Churchill rara vez perdona a los que no administran. Desde el quinto cajón, Spice Runner, montado por Jose Ortiz Jr. y presentado por Steven Asmussen para los colores de Ron Winchell, mismos que el padre de este potro, Gun Runner (Candy Ride), se relajó detrás del tren, cambió de mano al pisar la recta tras la orden del puertorriqueño y, con un cambio de ritmo degollador, fue limando la ventaja hasta alcanzarlo en el último salto. La sentencia, 1:36.59 para la milla, valió la primera decena de puntos rumbo al Derby y, acaso más importante, confirmó la imagen de potro “en construcción” con margen real de mejora. Con algunos contratiempos en la recta, que el mismo se los buscó con su inmadurez, al enderezarse mostró un tranco largo y la sensación de que lo suyo fue un remate de caballo serio que entiende lo que se le pide. El propio equipo lo reconoció así después, aún verde en lo mental, pero con un motor que cuanto más se exige, más responde. Ese tipo de comentario suele decir mucho de lo que un entrenador ve por la mañana y de lo que espera que aparezca por la tarde.


Una hora después, la versión femenina del arranque selectivo repitió libreto de victoria con otra nieta paterna de Candy Ride y, sin embargo, contó un argumento muy diferente. Taken by the Wind, presentada por Kenneth McPeek y con Irad Ortiz, Jr. en las riendas, venía de un debut sobre pista pesada en Saratoga el 21 de agosto que ya había dejado entrever capacidad resolutiva. Esta vez, en el Pocahontas, los 400 se cubrieron en 22.75 y los 800 en 45.57, guarismos que invitan a pensar en desgaste. Ortiz dejó que la carrera se ordenara sola, encontró un hueco por dentro al enderezar y la potranca respondió como si llevara varias carreras encima: un cambio de ritmo nítido y dominante, que la dejó sola al frente para estirar la diferencia a 5 ¼ cuerpos y parar el cronómetro en 1:36.50, guarismo levemente mejor que los machos. Primera ganadora clásica para el Freshman Sire, Rock Your World (Candy Ride), criada en Florida por Courtney L. Meagher, comprada en julio y nuevamente en octubre en Keeneland por cifras que hoy parecen casi simbólicas en relación con su rendimiento. McPeek la adquirió por U$S 20,000 en la venta de Octubre de Yearlings de Fasig-Tipton el pasado 2024. La potranca zaina consiguió los mismos 10 puntos que el potro y colocó a su padrillo en el mapa de los freshman con un golpe de efecto incuestionable. McPeek, que ya conoce el camino de esta carrera hacia el otoño, destacó su carácter de yegua “hecha y derecha” para su edad, ordenada, profesional, sobrada de aire. Lo cual se la notó así, con su temperamento, pero una potranca madura.

Más de 5 cuerpos distanciaron a Taken by the Wind (Rock Your World) de la segunda.
Más de 5 cuerpos distanciaron a Taken by the Wind (Rock Your World) de la segunda.

El porqué de estas victorias tiene mucho trabajo detrás, pero su raíz es profunda, los pedigrees. Spice Runner es hijo de Gun Runner y, por la rama materna, nieto materno de Cowboy Cal (Giant’s Causeway). Esa combinación dibuja una duplicación 3Sx3D en Giant’s Causeway, porque Gun Runner es hijo de Quiet Giant y Cowboy Cal, a su vez, ambos descienden del mismo semental. Esta repetición, en una distancia que no dispara el coeficiente de consanguinidad, acostumbra a fijar una serie de atributos que la estadística de las últimas dos décadas ha vuelto axiomas. No es ajeno a la ecuación que sea hermano entero de Gunite, un G1 de 1.400  a los dos años que, con la edad, se estiró con solvencia, la repetición no es casualidad, es validación. Aparte, la línea materna de este ejemplar es muy buena. Además de estar el MG1W Gunite (Gun Runner), su segunda madre es Stakes Winner, a esta familia pertenecen; el Listed Winner, Home Bred (Street Sense) y su hermano G2W, Air Strike (Street Sense).


Por su parte, Taken by the Wind, lleva el sello de Rock Your World, un Candy Ride que ganó el Santa Anita Derby (G1) y que ahora empieza a ofrecer una muestra útil de su perfil como padre, su físico es muy correcto, transmite calidad corredora y, otra vez, la huella genética de Giant’s Causeway (Storm Cat), pero con un patrón distinto. En su caso, el cruce es 4Sx3D, ya que Rock Your World lo lleva en la tercera generación por la rama paterna y la madre de la potranca, Up for Grabs, lo acerca en segunda vía First Samurai (Giant’s Causeway). El resultado práctico en pista fue un tramo final elástico, ese estiramiento de zancada que hace ver fácil lo que no lo es, y que se suele asociar con la musculatura bien anclada de los Northern Dancer (Nearctic) mediante Storm Cat (Storm Bird) en la ecuación con la velocidad de Candy Ride. Además, esta potranca repite Fappiano y Herbager en quinta generación, con los mismos efectos benéficos en prestaciones de milla. Si a esto se añade la influencia de Empire Maker (Unbridled) en la rama alta de Rock Your World, aparece el ingrediente que falta cuando el objetivo no es solo ganar en septiembre, sino sobrevivir al invierno y llegar con aire al próximo mayo en el Kentucky Oaks, mostrando fondo útil y compostura mental. El nick Candy Ride-Storm Cat no deja de producir ganadores clásicos.

Taken by the Wind (Rock Your World) en el paddock previo al Pocahontas (G3).
Taken by the Wind (Rock Your World) en el paddock previo al Pocahontas (G3).

Nada de todo esto ocurre en el vacío. El doblete en Churchill llega en un año donde la firma de Candy Ride se ha vuelto ubicua. Su hijo Hit Show consiguió la millonaria Dubai World Cup (G1) en marzo y elevó el listón internacional. Gun Runner continúa fabricando caballos de grado con la regularidad que solo exhiben los super-sires modernos, con una actualidad demostrada en las sales de Keeneland. Twirling Candy, sostiene números que lo mantienen en la elite. Vekoma, en su primera hornada, avanzó con paso firme entre los padrillos debutantes y ahora deberá mostrar de lo que es capaz al no ser más freshman. Rock Your World, con esta primera ganadora clásica, empieza a pisar la alfombra roja de los freshman. El envión deportivo dialoga con el mercado, en la primera semana de la Keeneland September, los yearlings por Gun Runner volvieron a encender a los compradores con múltiples precios de siete cifras, incluido un tope de U$S 3,300,000, y un promedio altísimo que, para los criadores, significa una prima sistemática por acertar el cruce. La circular virtuosa se completa con la pista, cada vez que un Gun Runner nuevo gana, el mercado se pone de pie e idolatra cada vez más al fantástico garañón argentino.


Frente a ese telón de fondo, el sábado en Churchill cuenta más de lo que parece. Spice Runner, con su 1:36.59 y su sprint final en carrera de ritmo vivo, mostró que la fórmula Gun Runner-Cowboy Cal no solo repite, sino que repite con calidad; su físico y su manera de acelerar piden un programa de otoño que lo haga crecer en cabeza sin apretarlo en exceso, con la Breeders’ Futurity (G1) como estaciones lógicas antes de pensar en el invierno. Taken by the Wind, con 1:36.50 y 5 ¼ cuerpos al cruzar el espejo, dibujó un perfil de potranca lista para dar un salto de clase en el Alcibiades o directamente en la Breeders’ Cup Juvenile Fillies si el equipo decide pisar el acelerador. En ambos casos, las matemáticas de la clasificación importan menos que la tendencia: potros que corren fuerte la milla en septiembre con pedigree para ir a más suelen transformarse en referentes de generación. Esperamos verlos a ambos dosañeros en Keeneland en el meeting de otoño. Ya sea en la Breeders’ Futurity (G1) al hijo de Gun Runner y en el Alcibiades (G1) a la hija de Rock Your World. Ambas carreras van a ser muy competitivas, dejarán de ser de Grado 3 para ser de máximo grado, donde se deberán enfrentar a los mejores potrillos de cada sexo. Pero el objetivo es claro, estar presentes en Noviembre en el Hipódromo de Del Mar, San Diego, California, en el World Championship de la Breeders’ Cup.


Hay un punto adicional, más sutil, pero igual de decisivo, que conviene subrayar. La “fiesta del abuelo” no es una etiqueta simpática, describe un fenómeno de transmisión intergeneracional. Candy Ride, por su propia estructura genética, se cruza de maravillas con líneas de A.P. Indy (Seattle Slew) o Storm Cat (Storm Bird) con ramas de Mr. Prospector vía Fappiano, donde sus hijos no dejan de ganar en las carreras de grupo. Sus hijos, cuando reciben de vuelta Giant’s Causeway a 3x4, 3x4 o 4x4, ensamblan muy bien la biomecánica, demostrando mucha velocidad. Por eso los nietos con Storm Cat mediante Giant’s Causeway en distinto sex-link igualmente rinden, el atributo se fija y los resultados están a la vista en las pistas. Spice Runner y Taken by the Wind son dos ejemplos recientes y visibles de esa lógica. La otra variable en juego es la economía de la selección. Si los criadores priorizan padrillos que combinan constancia y upside comercial, y Gun Runner es hoy el arquetipo. La tentación de volver a ese pozo con yeguas que aporten Giant’s Causeway por la rama de hembras será muy grande. Taken by the Wind confirma, además, que Rock Your World puede convertirse en la versión “value” de la misma receta. Para los programas que buscan construir y no solo apostar, esa es una propuesta económica y muy poderosa.


Cuando se apaga la tarde de Churchill, más allá de los dos cheques y los primeros 10 puntos que ahora figuran junto al nombre de cada ganador, queda la sensación de que vimos los cimientos de algo mayor. Spice Runner se ganó el derecho a pensar en otoño con ambición y en primavera con ilusión, y Taken by the Wind pulverizó la frontera entre promesa y realidad con una actuación que, por autoridad, suele ser preludio de campaña grande. Para los genetistas, el aprendizaje es diáfano, donde las duplicaciones a Giant’s Causeway en distancias intermedias siguen siendo oro cuando se siembran en el suelo fértil de Candy Ride. Para los criadores y compradores, la lectura también es clara, la dinastía de Candy Ride, ya a la tercera generación, continúa entregando caballos que ganan carreras que importan y sostienen mercados robustos.

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